Universos de cine, música, literatura y más para leer con amor
Marcelo H. Oliveri Editor
280 páginas
2010
El título de este libro es solo el reconocimiento a la principal virtud de un lugar que ha sabido albergarnos. Alberto Farina, brillante ensayista y agudo observador, de este mundo y del otro, se había instalado en el otro. Donde puede ser el sueño y donde se eligen retazos de vida que merecen serlo. Como Alicia, cuando vio a través del espejo, se pasó al otro lado. Y solo volvió de vez en cuando. No más de lo indispensable.
Hombre del cine, no de la industria, que es otra cosa, se dedico a diferentes facetas que abordan el arte de nuestro tiempo: la crítica, el ensayo, la docencia. Y sobre todo, miró cine hasta la mayoría de las madrugadas de su vida.
En el libro y en sus solapas se resume su actividad profesional, pero más allá de ese detalle, de lo que se trata es del amor, que se recibe y que se da, del otro lado del espejo.
Ingenuamente desde chico y profesionalmente a partir de mediados de los años 80 hasta el último jueves de su vida, le resulto grato y constructivo pensar en fotogramas.
El lector inquieto, lúcido y crítico, encontrará en este libro pareceres, opiniones y decires que explican el mágico funcionamiento de ese otro mundo. Que abordan sus temas y sus protagonistas. Que reflejan, indudablemente, las preferencias del autor, entre las que Favio y Borges reclaman espacio... En este punto, una aclaración fundamental: éste libro, al que se le ha puesto nombre tratando de interpretar la conexión Farina-Cine, lo escribió Alberto Farina. Que no queden dudas. Hay en él un trabajo de edición, de selección, de voluntad, de recuerdo, que está igualmente motivado y explicado en el título, pero el libro ya estaba escrito. Y vivido.
Laura Bettini, Licenciada en Bellas Artes con una tesis titulada La pintura en el cine a través del tableau vivant, trabajo que contó con la asistencia de Alberto Farina y Claudio Suaya; es autora de los dibujos originales que ilustran el libro.
Un reconocimiento: detrás de este tiempo mágico, que el mismo cine fomenta y permite, está el amor y la voluntad de su madre, la señora María Rosa Rongolino. Que lo llevaba al cine de chico en Montevideo y que ahora vive en la película que Alberto, su hijo, construyo en su vida.
$12.000,00
3 cuotas sin interés de $4.000,00
Marcelo H. Oliveri Editor
280 páginas
2010
El título de este libro es solo el reconocimiento a la principal virtud de un lugar que ha sabido albergarnos. Alberto Farina, brillante ensayista y agudo observador, de este mundo y del otro, se había instalado en el otro. Donde puede ser el sueño y donde se eligen retazos de vida que merecen serlo. Como Alicia, cuando vio a través del espejo, se pasó al otro lado. Y solo volvió de vez en cuando. No más de lo indispensable.
Hombre del cine, no de la industria, que es otra cosa, se dedico a diferentes facetas que abordan el arte de nuestro tiempo: la crítica, el ensayo, la docencia. Y sobre todo, miró cine hasta la mayoría de las madrugadas de su vida.
En el libro y en sus solapas se resume su actividad profesional, pero más allá de ese detalle, de lo que se trata es del amor, que se recibe y que se da, del otro lado del espejo.
Ingenuamente desde chico y profesionalmente a partir de mediados de los años 80 hasta el último jueves de su vida, le resulto grato y constructivo pensar en fotogramas.
El lector inquieto, lúcido y crítico, encontrará en este libro pareceres, opiniones y decires que explican el mágico funcionamiento de ese otro mundo. Que abordan sus temas y sus protagonistas. Que reflejan, indudablemente, las preferencias del autor, entre las que Favio y Borges reclaman espacio... En este punto, una aclaración fundamental: éste libro, al que se le ha puesto nombre tratando de interpretar la conexión Farina-Cine, lo escribió Alberto Farina. Que no queden dudas. Hay en él un trabajo de edición, de selección, de voluntad, de recuerdo, que está igualmente motivado y explicado en el título, pero el libro ya estaba escrito. Y vivido.
Laura Bettini, Licenciada en Bellas Artes con una tesis titulada La pintura en el cine a través del tableau vivant, trabajo que contó con la asistencia de Alberto Farina y Claudio Suaya; es autora de los dibujos originales que ilustran el libro.
Un reconocimiento: detrás de este tiempo mágico, que el mismo cine fomenta y permite, está el amor y la voluntad de su madre, la señora María Rosa Rongolino. Que lo llevaba al cine de chico en Montevideo y que ahora vive en la película que Alberto, su hijo, construyo en su vida.